Hay días en los que me siento fatal conmigo mismo porque descubro cuánto soy capaz de odiar a alguien…
Hasta que llega ese gran día en el que ves a ese alguien haciendo caca… Y todo ese se te pasa…
Porque es curioso como puedes conocer al monstruo más despreciable que pisa la faz de la Tierra
pero basta con sorprenderle cumpliendo con sus necesidades biológicas para destapar su fragilidad…
su vulnerabilidad…
su humanidad.
Y es que es innegable el hecho de que hacer caca humaniza…
¡Y mucho!
Jajajajajaja! <3